Cuando todavía faltan un par de semanas para "la rentrée", en las librerías y superficies comerciales se afanan en mostrar el gran despliegue de material escolar. A dos metros de la entrada ya estamos inmersos en ese gran escaparate de colores, de imágenes de moda, de personajes de TV, de ídolos...
No sé si es deformación profesional, pero la verdad es que no puedo pasar de largo sin observar las novedades, las reacciones de los chicos/as y de sus padres/madres, incluso las discusiones ante la posible elección. Ahí comienza mi agobio al ver las estrategias del marketing, de la cantidad de material diferente para chicos deportistas, fuertes y atrevidos y chicas delicadas, soñadoras y que van a ser "las princesas" del aula.
Para muchos/as de nosotros/as, que hemos apostado por "pasar" del libro de texto, de las libretas de pasta dura, de accesorios escolares innecesarios y que soñamos con que algún día puedan llevar todo el material prácticamente en el bolsillo, quizás nos ha llegado la hora de informar a padres y madres de las necesidades reales, de convencer al alumnado y de desmontar poco a poco este gran negocio sexista.
Hay otras posibilidades...y lo sabemos!
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